Armando Uribe Arce y Floridor Pérez (Segundo encuentro de escritores en Chiloé, Castro, 1988)
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Resumen
La dictadura militar ―que hoy se nombra con variados eufemismos― desde el primer día, provocó un obligado silenciamiento de los escritores chilenos. Al menos en los dos años que siguieron al golpe, poco y nada se sabía de quién estaba y quién no estaba en chile. Se vivía de rumores, “que ese está aquí, que aquel está en Rumania, que aquel otro en Alemania o algo por el estilo, que de aquel otro nadie sabe nada”. Tras dos o tres años de un silencio casi total comenzó el despertar, al tiempo que empezó a sacar la voz la generación naciente. Poco a poco fueron organizándose talleres literarios, certámenes nacionales de poesía y encuentros de escritores (poetas principalmente) en provincias y en santiago. En ese mismo tiempo comenzó la publicación de hojas sueltas, folletos, pequeñas revistas y hasta antologías, generalmente mimeografiadas (extracto documento)