Un fundamento ontológico para la pregunta por el otro en Paul Ricoeur.
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Resumen
El supuesto de la constitución del yo a partir de la relación intersubjetiva que surge a con el reconocimiento del otro hace emerger el problema del fundamento ontológico del yo. Por una parte, el yo no puede existir de manera aislada, pero por otra, subordinar su constitución a la relación con el otro puede debilitar el yo al hacerlo dependiente, para su constitución, en algo distinto de él. Hacer que la constitución del yo dependa de la relación intersubjetiva plantea la cuestión del inicio: ¿Qué son, antes de relacionarse, aquellos que entran en relación? ¿Si el yo se reconoce a sí mismo reconociendo a otro, qué es aquello que reconoce? Estas preguntas apuntan a la búsqueda de un fundamento ontológico o metafísico para la antropología fenomenológica: el uno no puede depender del otro y a su vez éste del primero. La antropología filosófica de Paul Ricoeur, con su énfasis en la corporalidad e historicidad del hombre, además de su diálogo con Aristóteles, ofrece respuesta a estas preguntas. Ricoeur estudia al hombre desde dentro (a partir de su libertad) pero no olvida aquello propio del hombre que hace que el ser humano pueda ser reconocido y capaz de reconocer.