La actividad hermenéutica, en tanto ejercicio de la pulsión humana por descubrir y renovar el sentido de la existencia cotidiana a partir del examen reflexivo de sus productos ha constituido, desde siempre, tanto uno de los argumentos justificatorios como el impulso que desarrolla y proyecta el quehacer de las Humanidades en un mundo que, aunque vertiginosamente cambiante en su expresión material, contiene también esencias que trascienden la contingencia y se revelan perennes en un desafío obstinado a la voluntad obliteradora de los siglos y al seductor y cada vez más omnipresente imperio de la novedad.

Publicado: 2014-12-01